Después de completar el programa hace tres años, he visto un crecimiento constante en mi comprensión del análisis financiero. Lo que más valoro es cómo los conceptos se han mantenido relevantes en mi desarrollo profesional diario.

Durante el primer año aplicaba las herramientas básicas, pero ahora he desarrollado mi propio enfoque para evaluar rentabilidad en proyectos complejos. Mis supervisores reconocen la calidad de mis análisis y recientemente me asignaron la coordinación del equipo de evaluación financiera.

Han pasado cuatro años desde que terminé el programa y puedo afirmar que fue una decisión transformadora para mi carrera. No solo por los conocimientos técnicos, sino por la mentalidad analítica que desarrollé.

Inicialmente trabajaba como empleado en una consultoría, pero gradualmente fui construyendo mi práctica independiente. Los fundamentos que aprendí me han permitido adaptarme a diferentes sectores y tipos de clientes. Cada año he incorporado nuevas herramientas, pero siempre sobre la base sólida que obtuve en pyralixoren.